LEI
De acuerdo con la normativa europea, el código LEI debe ser empleado para identificar a las partes contratantes en las transacciones financieras en todo el mundo y facilitar a los reguladores la identificación de los posibles riesgos sistémicos en las primeras fases.
El objetivo final del LEI es mejorar la gestión de los riesgos financieros.
Si bien la referida norma se encuentra vigente desde el año 2007, con fecha 15 de abril de 2014 el Parlamento Europeo aprobó la directiva MiFID II, una revisión de MiFID, que se encontrará vigente a partir del 3 de enero de 2018. MiFID II incorpora una serie de medidas tendientes a mejorar la transparencia y eficiencia de los mercados otorgando así mayor protección al inversor.
Si bien la norma es aplicable a empresas radicadas dentro de la Unión Europea, esta implicará ciertas obligaciones indirectas para las entidades que negocien con las jurisdicciones involucradas, incluyendo la obtención de un Legal Entity Identifier – LEI – o identificador de entidad jurídica.